i want to ruin the true meaning of friendship with a noble kiss

elena stonakerdrawing by Elena Stonaker

trying not to make a black lake out of your neck.

lake where i don’t want to come up for air.

the places where we have allowed to touch each other have become songs, sang by a drunken typhoon.

i’m crossing the city to hold your face between my hands and just stare at a landscape of potential mistakes until my eyes go dry.

the edge of your bed is an isolation stage, under the dictatorship of unrecognized desire.

and when authorities call for civil curfew, due to possible seism, we will stay inside to make mint lemonade and dance in our underwear.

i don’t want you to be “mine”, the perception of possession only increases a sense of agoraphobia in me.

i just want you to be my side on tortuous sunday nights.
i just want you to come around and read me tarot cards and melt your tongue into mine.
holy candle wax and basil leaves covering the back, an dozens of rituals to stop time.

i want to ruin the true meaning of friendship with a noble kiss, i want to ruin everything we know to be true as long as its with you.

El Dream Journal 15/1/2016

Te elimine de mis contactos de WhatsApp y te deje de seguir en redes sociales, ya ni siquiera busco tu usuario para ver si algo has actualizado. Pero ayer apareciste en mi sueño;

Estaba en Quito conversando con mi tía R, sobre lo lindo que es conocer LatinoAmerica y mientras ella manejaba por la ruta viva que cruza de Cumbaya a Quito, yo salía flotando por la ventana y ahora flotaba sobre una comuna muy colorida pero aparentemente pobre de C. Al aterrizar no calculé bien  y termino sobre mis rodillas.

Mi famila completa se encontraba ahí y estaban preparados para turistear el lugar, mientras caminaban sobre el lodo, se fueron dispersando y sólo quedo mi prima Teresa, quien me llevo al hotel que parecía un hotel fantasma; de madera color conchoevino y los muebles color menta.

Estaba en el baño aseandome y pude escuchar tu voz en el pasillo, habías llegado con el novio de mi prima e íbamos a cenar junto, al salir no te salude, hice como si no te conocía  y empezaba conversaciones con quien sea que tenga a lado, no quería hacerte sentir que estar ahí se trataba de tí.

En el auto elaborabas expresiones de afecto que se quedaban a medio camino y todas esas ganas se proyectaban en tus ojos claros y rasgados.

En el restaurante no comimos nada, ya que se demoró mucho el chef y regresamos al hotel a comer.

El lobby/sala estaba repleto de amigos y conocidos. Vieron que llegábamos juntos y murmuraban, te perdiste entre la gente, converso con mi amiga G sobre ti, y a penas me viro estas en el suelo posición fetal entre lazado con una amistad de mi niñez J, a lo Yoko Ono y John Lennon. Me entra una desesperación de proteger y mantener esta versión física tuya y me lanzo a la telaraña de piel.

me impresiono el nivel de bajeza de este impulso animal, te lamo el perfil derecho, para que cualquiera que se
te acerque me huela a mi, como si me petenecieras. Haces lo mismo y luego J te jala y desapareces con él.

Me pego a la ventana y desde donde estoy puedo ver el pórtico, espero que J se retiré y te deje acá conmigo. Trepado en su bicicleta desaparece entre la niebla y el lodo. Le pregunto a mi amiga G, si sigues en el hotel y me dice que te estoy dando la espalda y al vernos corres hacia mi y te reconforto, al abrazarte puedo sentir la tensión de los músculos, el levantamiento de arterias y el peso de tus huesos.

En una cama, sin nada que separe nuesta piel, sólo me agarras de la mano y me das calor en este país frío y desconocido.

fabre                                     56 dias por Gabriela Fabre, instalación.

(demon dressed in) Boy garment

wet eyes
grateful for the twelve hours of sleep
undisturbed by your warm wet voice
that tracks the neck with a path of venial sins.

as i lay on this city, under a smog covered sky.

a bed covered in dry petals;

an abortion of feelings.

Everything feels safe in the fiction, I’ve built with your wet warm palms embalsaming my boy body.

Im counting the days, not sure if i get to see you and this is my definition of frivolous hunger.

hungry for the taste of your shade back bending upon a dawn choir.

they say that the devil comes dressed as your biggest crave, so with the corner of a polaroid im carving you out of my head.

Collecting the bled as i confess to the priest my inhabilty to walk away from the wish of penetrating your skull with my boy enchanments.

boy body swollen, swells at the memorie’s scent of us burning bright only to see the changing colours of our ruby glassed sight.

yusuke

Yususke Urameshi from Yu Yu Hakusho.

i read letters that i never sent only to remember how i felt on that day

i read letters that i never sent only to remember how i felt on that day

grips of unconciousness that wonder gives, feels like everything one needs.

i cant say that i saw it comming, i was busy bluring the rearview, i was busy drawing your face without the shape of your head across the steamed up windows.

in the past i am your friend feeding you only raw onion slices and sucking the breath out of you.

in the present im skipping prom night to pollute the river with my body, swimming against a polish tide, away from us before something relevant happens

in the future ill be a stranger lighting up your cigarrete, taking 10 minutes  from your life, hoping to bloom like a migraine after you notice my absense

lets not talk about a future.

im trying to make sense when I hold your hand and take you to an open field and promise to place every flower inside the abandoned building where our sympathy lives

will you believe me if i told you that i threw the flowers and kept the void?

San Lorenzo

Una temporada completa escondidos en la profundidad de una biblioteca, escapando del calor del verano y cualquier función social que requiera conocer gente nueva.

Yo leyendo una novela de Sylvia Plath y tú el diario de Ana Frank, planeábamos hacernos vegetarianos cuando en realidad mantenía enviciado el deseo culposo y caníbal de comerte.

La admiración de belleza no es lujuria, pero esto tampoco era pasión, solo una constante admiración de tus modismos y encantos que entretenían produciendo un buen insomnio.

En  las madrugadas me llevabas al arrecife a escuchar el canto de las ballenas perdidas y en las tardes me invitabas a flotar alrededor del barco hundido decorado de erizos, entre las rocas me contabas de como todos los hombres y mujeres que habías amado ya se habían ahogado en las playas de punta carnero.

Te confesé que así quería que te hundas en mí, aceptando la asfixia y soñando el azul.

Bajo un cielo azul, sobre una terraza oxidada, con manos adormecidas y lenguas en llagadas tratamos de hacer el amor; una fiesta y un funeral para tus amantes pasados, los enterramos con flores falsas y un epitafio sacado de tumblr.

Con pies descalzos bailamos sobre este nuevo panteón, y me dices “Mira un cirrostrato! Mira un altocúmulos! Mira unas mammatus!” Luego vez en mis ojos y exclamas “Iridiscentes!”

Me estornudas con una gripe de las que da por recibir lluvia acida en la playa, lo acepto como si fuera otro beso, como si tu corazón garuara y se forma un desbordamiento en mi garganta.

Nos besamos en plena flema, separas tu cabeza de la mía y queda un muelle que atraviesa el horizonte solo para auto inmolarse.

Abril lluvias mil

Contienes un aguacero en tu vientre, cuando pongo mi cabeza sobre él escucho accidentes en la carretera e imagino vidrio convirtiéndose en constelaciones separadas de donde no leo ni un horóscopo.

Sostengo tu aliento en mi boca y dejo que se valla sin empañar nada.

Ahora tu mano es una camareta que se pasmo y tu boca un túnel de donde se escapó la luz y me muero de frio, me muero de miedo pero nunca lo admito el que admite, vomita y yo ya manche toda la alfombra.

Esa misma alfombra donde te acuestas pero ya no me anhelas.

Es Abril y todavía me encuentro rebuscando en los escombros del año viejo, buscando ese propósito  de dejarte atrás para decirle que su cábala se puede ir a la mierda.

Gritarle a tu cenizas que todavía te quiero y esperar que de la demolición te reconstruyas y llenes todas las grietas que dejo la explosión.

Y soy tan egoísta que uso metáforas fúnebres para describir tu ausencia, te mato en mis poemas  pero te revivo en mi silencio, por eso le escapo al ruido y me dejo absorber por el fantasma de tu memoria, que me arrastra a la playa a recibir pedazos de icebergs como si fueran mensajes en la botella.

¿Mensajes de quién?

Circo de Playas

Con todos los primos era plan fijo que mi abuelo nos lleve al circo, una, dos, tres veces por temporada. Frente al mar, clavaban las carpas, altas y coloridas de donde colgaban los cables con focos, tan cerca de uno.

No te podías sentar muy atrás porque te asaltaban en la oscuridad y no te podías sentar muy adelante, por si acaso un animal se escapaba y te atacaba.

El espectáculo empieza con un hombre que se viste y canta como Celia Cruz. Luego lo siguen unas trapecistas asiáticas  que se columpian y cruzan la cuerda floja.

Un niño le prende fuego a sus malabares y veo como no se quema.

Los payasos no son asesinos, pero si son alcohólicos, puedo escuchar el choque de botellas en su voz mientras cuentan chistes sobre las suegras. Puedo ver en sus miradas maquilladas a la audiencia que viene a reír mientras todo se les derrumba pero el show debe continuar

Y continúa en las manos del  mago  y sus palomas, que solían ser de agua, mojando a todo el público.

Luego muestran un baile Can Can pero se corta la canción y hacen una pausa para instalar una jaula circular de metal y en esta se encuentra una supuesta sirena, la rodea una motocicleta vieja, la sirena ni se inmuta.

Entre las vueltas de humo cargadas de olor a vapor de motor, ella escucha el suspiro de la audiencia a través del escenario y sabe que si la moto llega a atropellarla, nadie la recordara por su sonrisa sino por su condición de accidente en potencia.

Sacan a los leones, estos se desploman en la arena y se pueden ver los huesos de sus caderas.

Recogen el cadáver de la fiera y dan por terminado el éxtasis de mi infancia, como si mi lengua ya hubiera parado de latir.

Me alejo de la carpa y salgo a lamer el veneno y la miel que riegan las estrellas sobre los viñedos  de mi imaginación, me adentro en la familiaridad del monte que se reúsa a ser cortado y siento una paz en la misma oscuridad de la que tanto he escapado.

 

Pateo el polvo y en este decido envolverme, llevando en mí un pedazo de circo.

 

Play Land Park

Este lugar apesta a muerto echado a las afueras de la ciudad…
pero tiene una bonita sonrisa, de esas que te suavizan el ceño y calienta el corazón.

En el viento se escuchan cientos de gritos difuminados entre el gozo y el pánico al subir y caer las montañas rusas.

Las luciérnagas espantan el sueño y cubren el lugar con su neón haciendo sentir a todos los jóvenes que están en una película donde se les permite desarrollar su complejo de héroe.

Peligro fortuito y una protección garantizada por el negro del cielo que los envuelve en un aire de revolución que sólo dura una noche, pero recordemos que acá no existe el tiempo sólo un espacio lleno de cachivaches y argucias bonitas.

Acá las pandillas se juntan para hacer el amor y los que no tienen pandilla se encuentran atrás de los baños públicos para intercambiar miradas y contarse nada.

Los más valientes van al Terminator , los que sueñan con volar, se suben al Freak Out, los que se quieren hacer daño se trepan al Da Ga Da, pero los golpes y colisión se dan en los carros chocones, donde todos quedan morados pero nada queda fracturado.

A mí me encontrarás en el barco fantasma navegando de su brazo sobre el vacío y pidiendo un deseo mientras caen todos mis centavos.

Empalagado en la manzana acaramelada de sus labios y enredado en el romance de su algodón.

Deseando que esta noche no acabe, deseando que al día siguiente recordemos la promesa de no ser como nuestros padres.

A mí me encontrarás tratando de encontrar lo divino en algo efímero.

Amebas en la lechuga

Amebas en la lechuga

Todos los fines de semana, ahí estaba fumándole a sus muertos y escupiéndole a los vivos.

Infestando la sala con sus teorías apocalípticas. Soñaba con que se acerque un final y acabe con todo.

Nos contaba historias de fantasmas, de todas las tragedias que había vivido y conocido.

En mi terror, sólo la escuchaba y mientras se viraba, yo regaba sus cenizas en el café.

Al saborearlo, con los dos murciélagos que de sus ojos colgaban me sonreía y al mismo tiempo me maldecía.